Es una sustancia con propiedades rejuvenecedoras y regeneradoras. A pesar de que no se puede detener el tiempo, sí se puede frenar el efecto de las arrugas en la piel gracias al poder del ácido hialurónico.
Es una excelente opción para mantenerse en la lucha contra el paso de los años. Con su uso, se pueden obtener beneficios como efecto regenerador, anti-envejecimiento, suavidad, anti-arrugas y tonificación.
Para utilizarlo, aplica una gota en cada mejilla, una en la frente y una en la barbilla, y masajea con suaves movimientos circulares en el rostro y cuello hasta su completa absorción.
Con el ácido hialurónico, tu piel recibirá el cuidado reparador que se merece.